SANA TU EGO Y TEN UNA VIDA PLENA

¿Te sientes egoísta cuando piensas en ti? ¿Te lo han llamado alguna vez? Solemos utilizar esta palabra de forma negativa, pero lo hacemos erróneamente, pues el ego, cuando está sanado, es algo muy positivo y necesario para tener una vida feliz y ser tú misma. En este artículo, te contamos las diferencias entre el ego sano y el que no lo es y te damos pautas para sanar el tuyo y vivir con plenitud.

- MAR CANTERO

Según la psicología, el ego es nuestro instinto de supervivencia emocional, como un escudo que nos protege en el proceso de adaptación al medio de vida. Tener un ego sano y desarrollado nos otorga la capacidad de atender nuestras necesidades en primer lugar.

Esto no signifi ca ser egoísta, puesto que, si tú no estás bien, no podrás ayudar a otros. Un ego saludable nos dice cuándo debemos parar o cuando continuar, pues sabemos que, a veces, necesitamos descanso y lo valoramos en su justa medida, sin estirar la cuerda hasta llegar a ponernos enfermos.

Nos da el valor y la sabiduría para alejarnos de actitudes y situaciones que minan nuestra salud emocional y psicológica, incluso física. Sin embargo, cuando tenemos un ego poco desarrollado, puede ser el detonante de una enfermedad, pues hace que nos dejemos llevar por lo que otros exigen de nosotros, sin tener en cuenta nuestras necesidades y deseos. Y esto lleva siempre, inevitablemente, a sentirnos mal con nosotros y con el resto del mundo. Un ego con carencias siempre conduce a tener muchas más carencias y su único destino es la infelicidad.

EL EGO MAL ENTENDIDO