ALASKA

 LA FRONTERA DESCONOCIDA

- PEDRO MONTAÑO

¿Qué tanto sabes de Alaska? ¿Conoces a alguien que haya ido? Esas fueron las preguntas que le hice a mi socia y amiga cuando puse por primera vez sobre la mesa, la idea de viajar hacia allá.

Por mi parte, sé que está muy lejos, que el único que conozco que ha ido es mi amigo Rolf, y que por lo demás, la idea que tengo en mi mente de Alaska, está construida 100% de lo que he visto en series y películas. Todas con un denominador común: hielo y frío intenso al borde del congelamiento. Ah, y que hay muchos osos polares y gente viviendo en iglús.

Pero, a todo aquel que le guste explorar y descubrir nuevos territorios, sabe que no puede dejarse llevar por ideas preconcebidas. Si quieres saber cómo es un lugar, lo mejor, siempre, es ir y experimentarlo por ti mismo. Y así fue como decidimos visitar ese estado perteneciente a los Estados Unidos y comúnmente llamado “la última frontera”. 

UN DESTINO EXTRAÑO Y LEJANO

Cuando se trata de ubicar, en la mente o el mapa, algunas ciudades en los Estados Unidos, generalmente tengo una buena idea de dónde están. En el caso de Alaska, no la tenía, solo que su capital es Juneau y nada más. Fue entonces que descubrí que, pese a ser su capital, no es su ciudad más grande ni la más poblada, sino Anchorage, con solo 288,121 habitantes (censo 2021), apenas una colonia de la Ciudad de México.