Ferrari ha sustituido su 812 Superfast por el nuevo 12Cilindri de 819 HP, cuyo nombre (DOH-di-chi chi-LIN-dri) declara el punto central del diseño, que era desarrollar un motor convencional que convirtiera a este Cavallino Rampante en uno de los deportivos con motor delantero más rápidos y musculosos de la historia. Para crear este GT de nueva generación, la marca tomó elementos de estilo de la era espacial temprana y del retrofuturismo de los años 70, y luego incorporó el motor de combustión interna que construyó el legado de Ferrari: un V-12 de aspiración natural.
Es uno de los muchos supercoches retro, incluidos el rival Aston Martin Vanquish y el Bugatti Tourbillon (considerablemente más caro) equipado con V-16, que se deleitan con el exceso de cilindros, manteniendo la fiesta de la combustión interna en marcha hasta que las reglas de emisiones hagan un último llamado a los devoradores de gasolina.
El V-12 se convirtió en la estrella guía de Ferrari en el preciso momento en que su primer modelo, el 125 S de 1.5 litros, salió de Maranello en 1947. Pero la iteración actual del motor haría volar las famosas gafas de sol Persol de Enzo, ofreciendo siete veces más potencia en un paquete que, con una cilindrada de 6.5 litros, es cuatro veces más grande que su progenitor.
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