EL NÚMERO UNO

Pocos autos son tan carismáticos como un Serie ,1 y en esta tercera generación demuestra que las tradiciones se pueden romper para mejorarlas.

- MARCO SARMIENTO

Ya lo habíamos maneja-do en Alemania hace algunos meses, y hoy que llega al mercado mexicano no tenemos más que reafirmar lo bien que la marca alemana ha adaptado este popular modelo a una plataforma que lo obligó a tener el tren motriz adelante, cuestión que pareciera una aberración para los ‘puristas’, pero un buen trabajo de ingeniería puede hacerte olvidar todas las tradiciones.

Diseño

Lo que encontramos al mirar por primera vez esta nueva iteración del Serie 1 es un pequeño auto musculoso, con líneas de tensión que lo hacen lucir atlético. La imagen institucional de la marca liderada por la parrilla de doble riñón se hace presente aunque esta vez podemos observar que está trabajada en una sola pieza y sus dimensiones exceden lo que habíamos visto en el modelo.

Los faros terminan en un ángulo agudo que apunta al centro del frente y que le da continuidad a las líneas de cofre y salpicaderas, confiriéndole una ‘mirada’ furiosa.

En la parte trasera encontramos una quinta puerta de apertura automática al acercar el pie a la parte baja de la fascia, detalle que se presenta por primera vez en este modelo. En cuanto a la imagen, está alineada muy bien con el frente, pues encontramos el mismo patrón de diseño en las ópticas traseras, con el ángulo agudo apuntando al centro de la quinta puerta, justo donde se encuentra el logo de la hélice.

Destaca el uso de un alerón en la parte alta del medallón trasero, un difusor de aire en la parte baja y un par de puntas del sistema de escape.

Por dentro