ELLA SÍ SE ANDA CON CUENTOS...PARA NIÑOS

Enemiga de la fama, MARIANA ACOSTA RÍOS trabaja para hacer realidad su propia fantasía de infancia

La historia de Mariana Acosta Ríos se parece a la de muchos actores: desde niña quiso ser actriz. Montaba juegos, hacía bailes, preparaba escenas, al grado de que sus papás le decían: “¡Ya cállate!” cuando, en su tierna infancia, vivía en Saltillo, Coahuila, y tomaba clases de baile. Recuerda que, cuando viajaban por carretera hacia la Ciudad de México, todo el camino se la pasaba cantando. Sólo que, a diferencia de otros, a Mariana la fama le importa poco. Nada. “Yo no soy muy sociable, no soy de andar en fiestas, en alfombras rojas, en conocer gente; no puedo, no me gusta, me abruma. Y, bueno, gran parte de esta carrera se basa en a quiénes conoces que puedan darte chamba, en si eres amigo del productor, del jefe de reparto. Si tu mánager hace bien su chamba y te coloca en un casting, vas, lo haces y se queda otra actriz que, ¡oh, sorpresa!, es amiga del jefe de reparto”, dice vía telefónica desde Cuernavaca, Morelos, donde ha decidido vivir y atender, también, la escuela de su familia pues, además de la actuación, Mariana es licenciada en Educación Preescolar.

Entonces, ¿tampoco te llama la atención ser famosa, ser reconocida?

Son cosas distintas. Que me reconozcan por mi trabajo, sí; que sea famosa y me pidan fotos en la calle, no. Yo soy feliz actuando ahí, en el escenario, montando obras, creando personajes, interpretándolos, eso es lo que verdaderamente gozo y me llena, no importa si es una obra local o de gran formato, si es TV, si es cine, lo que quiero es interpretar personajes, cantar, porque amo los musicales.

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