Al Este De Canadá

Paisajes Dignos De Una Bella Postal Y Mariscos Frescos A La Mesa, Aunque Lo Mejor De Esta Región Son Sus Historias Esperando A Ser Compartidas.

- Manuel Meza

Nueva Escocia, Nuevo Brunswick y la Isla del Príncipe Eduardo no son los primeros destinos que vienen a la mente cuando pensamos en visitar Canadá, pero esos lugares resultan ser el epicentro de historias, paisajes y experiencias capaces de seducir a cualquiera. No es difícil imaginar la cara de asombro de los exploradores marítimos que llegaron por primera vez a esas tierras hace 400 años: bosques de pinos coronando fascinantes y fértiles caletas, cielos despejados y la posibilidad de una nueva vida. Aunque con ellos trajeron cargando conflictos entre coronas europeas, eventualmente lograron formar un país cuya mayor materia prima es la amabilidad, cualidad que uno es capaz de sentir inmediatamente.

Entre los incontables atractivos de Nueva Escocia están las poblaciones pesqueras que conservan ese espíritu tradicional con que fueron fundadas. Y por más que Halifax, la ciudad más grande, contenga la mayor actividad financiera de la región, con universidades y oferta turística de primera, es inigualable la sensación de caminar por sus calles rodeando un alcázar histórico —el Halifax Citadel— desde donde además de apreciar el paisaje urbano, puedes experimentar las dinámicas militares de los guardianes de la corona británica, para después dirigirte a Harbour Waterfront y probar las delicias de mar que se han transformado en su bandera.