El escritor humorístico, el músico amigo de los grandes del jazz, el poeta travieso que concibe versos a modo de divertimento, el provocador inofensivo que fue Boris Vian (Ville-d’Avray, Hauts-de-Seine, 10 de marzo de 1920-París, 23 de junio de 1959), ya aparece en potencia en esta su primera novela que llevaba muchas décadas siendo inédita en español, Vercoquin y el plancton (1943). Según el mismo autor, perdón, el individuo que firma el «Preludio», un tal Bison Ravi –Vian era aficionado a firmar algunas de sus creaciones con seudónimo–, se trata de una «obra magistral» que no es de carácter realista por cuanto no es verdad todo lo que se cuenta, como no lo es, según insinúa, ninguna obra asignada a la corriente del Realismo, cualquiera por ejemplo de Émile Zola.
Así, en apenas una página, Vian ya adelanta lo que va a ser su actitud frente al arte: algo muy serio que se toma a broma. Igual que la vida, como se aprecia en su libro póstumo No me gustaría palmarla, que la editorial Demipage publicó el año 2009. Allí Vian gustaba de los juegos verbales, de la ironía para consigo mismo, de un espíritu infantil que nunca se separó de sus escritos y que hoy, a nuestros ojos, lo han convertido en un preciado raro, en un entrañable maldito, en un genio simpático que en su momento, y como no podía ser de otra manera, fue incomprendido e incluso denostado por la crítica solemne e inmisericorde.
This story is from the {{IssueName}} edition of {{MagazineName}}.
Start your 7-day Magzter GOLD free trial to access thousands of curated premium stories, and 9,000+ magazines and newspapers.
Already a subscriber ? Sign In
This story is from the {{IssueName}} edition of {{MagazineName}}.
Start your 7-day Magzter GOLD free trial to access thousands of curated premium stories, and 9,000+ magazines and newspapers.
Already a subscriber? Sign In
INGRID VITART
EL RITMO FRENÉTICO NOS ALEJA DE LA CONCIENCIA DEL SER
CLARA OBLIGADO y la sabiduría del linaje familiar
Hay muchas maneras de decir adiós, desde luego, pero aquí se propone que hay instantes únicos en los que la ficción y la memoria se hibridan y enraizan en una misma página para exhibir la red de una despedida. De este umbral doloroso germinan las historias encadenadas con las que Clara Obligado nos acerca a tres mujeres y sus profundas pérdidas, a los diversos espacios y tiempos en que les tocó vivir.
LA SOMBRA DE LA DICTADURA ES ALARGADA
Si en el número anterior, repasamos una serie de libros con motivo de los 80 años del Día D, 88 del estallido de la Guerra Civil y 79 del fin de la Segunda Guerra Mundial, en este reportaje les presentamos algunas novedades de distintos historiadores sobre algunos de los aspectos más relevantes de la naturaleza de la Dictadura franquista.
LA FRANCIA POST OLÍMPICA
Antes del viernes 26 de julio, día de su inauguración, había cierta inquietud sobre el desarrollo de los Juegos Olímpicos 2024 en París. Desde las amenazas terroristas hasta la contaminación del Sena o la desafección de los propios parisinos, ha quedado todo disipado ante el éxito de unas Olimpiadas que, por primera vez, se han celebrado en plena ciudad, no en recintos cerrados, y han constituido una buena dosis de optimismo a un país en plena crisis política e incertidumbre electoral.
FRANCESCA GIANNONE
LAS REVOLUCIONES TAMBIÉN ESTÁN HECHAS POR PERSONAS QUE FUERON LAS PRIMERAS EN REALIZAR ALGO IMPENSABLE HASTA ENTONCES
ALICE KELLEN
QUE TE ENCASILLEN ES BUENO PARA MANTENER UN PÚBLICO FIEL, PERO SE CONVIERTE EN UN PROBLEMA CUANDO QUIERES HACER COSAS DIFERENTES
JULIETA PARÍS
Julieta París es psicóloga y antropóloga, con extensa formación en Psicoterapia y un Doctorado en Psicología Clínica. Con más de dos décadas de experiencia, trabaja en Girona y online, especializándose en Mindfulness, Compasión y Psicoterapia Contemplativa, con estudios adicionales en Historia del Arte y Simbología. Docente en Psicología y Mindfulness, ha sido profesora, conferenciante y directora de posgrados, destacándose también en psicología deportiva de alto rendimiento.
LA NOVELA OLVIDADA EN LA CASA DEL INGENIERO
Mi amigo Tomás Hidalgo, que me considera un escritor en toda regla -a pesar de que me muevo en el campo de la literatura juvenil-, me entregó hace meses un manuscrito que, según me explicó, había sido encontrado por pura casualidad en el fayado de una casa de campo.
EL ARADO Y LA ESPADA
Lleva más de cinco décadas viviendo en Suecia, incluso escribiendo sus obras en sueco, pero Theodor Kallifatides, su nombre le delata, es griego de nacimiento y un autor de prestigio en los últimos años.
UNA HISTORIA PARTICULAR
No es necesario escribir para ser escritor.