Como Expresar El Enojo Con Firmeza Pero Sin Agresividad

Los especialistas afirman que la ira funciona siempre como respuesta a una amenaza externa donde es preciso luchar para defenderse de un mal mayor. Por lo tanto, no necesariamente es mala, siempre y cuando no provoque la pérdida del control. Para ellos, existen técnicas para manejarla.

Es normal que todas las personas se enojen de vez en cuando, ya sea por problemas en el trabajo (especialmente por discusiones con el jefe), con la familia, los amigos o por algún incidente que ocurra en la vía pública (un choque, por ejemplo). No obstante, cuando los enojos se repiten con frecuencia, incluso ante mínimas situaciones que no requieren este estado de ánimo, es preciso revisar internamente por qué se adopta esa actitud.

Hablemos del enojo/ira

El enojo es un estado emocional que varía en intensidad, desde una irritación leve hasta una furia e ira intensa. Como otras emociones, se acompaña de cambios psicológicos y biológicos. Al enojarse la frecuencia cardíaca y la presión arterial se elevan y lo mismo ocurre con el nivel de hormonas de energía, adrenalina y noradrenalina. También es común que quien se enoje, se enrojezca, sude, tense sus músculos, respire de forma más rápida y aumente su energía corporal.

En forma instintiva y natural, la manera de expresar el enojo es a través de la agresividad, ya sea al gritar, arrojar objetos o golpear. Los especialistas afirman que tanto la ira como el enojo funcionan como respuesta a una amenaza externa donde es preciso luchar para defenderse de un mal mayor. Por ejemplo, la ira tiene distintas facetas y adquiere diferentes formas:

La conducta agresiva y la violencia pueden aparecer como un modo de lograr distintos objetivos cuando no se ha sido capaz de lograrlos sin usar la violencia. En este caso, sería una “ira instrumental” porque se emplea como un medio para obtener algo.