En Busca De La Memoria Pérdida

La primera vez que en una conversación entre amigos expresé mi interés por conocer Irak, todos me miraron como si estuviera loco.

- Luis Ramírez González

Inmediatamente reanudaron la plática con ejemplos que básicamente consistían en visitar Europa o uno que otro sitio de Estados Unidos, alguno salía de la corriente y mencionaba la India o el Tíbet, pero nunca algo más… me hicieron sentir que el mundo en verdad era plano; por si fuera poco, los relatos correspondientes sobre las experiencias de los que ya habían estado en alguno de los países de los ejemplos anteriores parecían salidos de alguna revista ochentera para señoras.

Era el 2006 y el año terminaba con los noticieros atestados de informes sobre el ahorcamiento de Saddam Hussein y la ocupación por parte de las tropas estadunidenses, gracias a un excelente profesor de geografía política estaba al tanto de las cuestiones históricas y políticas de los conflictos en Medio Oriente y de las divisiones culturales del mundo árabe; a pesar del panorama poco propicio, nunca dejé de tener curiosidad por conocer esa tierra de shahs y califas donde floreció la civilización sumeria y de la cuál provienen los mitos y creencias de las religiones que fundamentan el mundo que vivimos. La gran Mesopotamia, ¿cómo hubiera sido caminar por las calles o caminos de la primera ciudad en la historia?

La palabra urbe proviene precisamente de Ur, la primera ciudad del planeta ubicada cerca de la ciudad Nasiriyah cerca de Eridu y de la desembocadura del río Éufrates en el Golfo Pérsico. Se pueden aún visitar sus ruinas, quedan en pie los restos de una especie de pirámide, bastante impresionante, si pensamos que son de cerca del 3 000 a.C.