Neurociencia: Como Imaginar Al Otro

Uno de los momentos maravillosos que trae el arte de la entrevista es que se puede convertir en un laboratorio para apreciar cómo impactan ciertas ideas en el rostro de un artista o un científico sensible.

Esto se amplifica cuando se puede tener enfrente a Giacomo Rizzolatti, uno de los investigadores pioneros en el descubrimiento de las neuronas de la empatía, también llamadas neuronas espejo.

El disparador es un pequeño video de la serie Imaginantes que le muestro a Rizzolatti, en donde se aborda un relato del novelista David Grossman que condensé de la manera siguiente: Había un niño que era muy valiente. No le temía ni a los leones ni a los dragones, pero tenía pánico a los conejos; los imaginaba espantosos, con dientes por todo el cuerpo aunque ni siquiera los había visto en pintura. En una ocasión, al pasear por un bosque, oyó la voz de un animalito detrás de un arbusto que temblaba de miedo: “Ten mucho cuidado, porque por aquí se aparecen unas cosas espantosas que se llaman niños”.

El protagonista de la historia se sonrió. Le dijo que él era precisamente un niño. El animalito quería huir, nunca había visto a un niño, pero se dio cuenta de que ya no tenía miedo. Cuando el niño se enteró que el animalito era un conejo se sorprendió. Los dos sonrieron y disfrutaron de haberse liberado de sus temores. La conclusión: vemos espantosos a los que son diferentes, a los que no conocemos, pero el arte nos invita a imaginarnos sin miedos.

Veo cómo Rizzolatti se emociona con el video, percibo su sueño de niño curioso. A pesar de que sus cabellos ya son blancos por completo y que su cuerpo refleja la marca de sus 81 años, sus neuronas de empatía parecen encendidas. Sus ojos brillan. Me dice:

–Es una bella historia. Nos indica que le tenemos miedo a lo que no conocemos.