Denzel Washington (Mount Vernon, Nueva York, 1954) se mete de nuevo en la piel del exagente y justiciero Robert McCall en la tercera entrega de The Equalizer. Con esta película firma su quinta colaboración con Antoine Fuqua y pisa por primera vez la costa de Amalfi, Italia.
¿Qué aporta a la historia trasladar a Robert McCall de EE UU a Italia?
Pues tampoco es que esté fuera de lugar, aunque obviamente hay barreras lingüísticas y diferencias culturales. McCall debe enfrentarse a muchos retos, pero en realidad es algo que siempre le toca hacer. Es un tipo al que le atraen los desafíos.
¿Qué es lo que va a buscar en Italia? ¿Un poco de paz?
Creo que sí, definitivamente. No de la manera que se podría pensar en un principio, pero la acaba encontrando en las personas que conoce y en la comunidad de la que acaba formando parte. Creo que la paz que busca tiene más que ver con su nula habilidad para estar tranquilo y dejar de lado su trabajo.
Robert McCall es el único personaje que has vuelto a interpretar en la gran pantalla. ¿Qué es lo que más te gusta de él?
Muchas personas me han dicho que lo que más les gusta del personaje es que se rebela contra las injusticias. Gente muy distinta también me ha confesado que le encanta su capacidad de lidiar con esos tipos malos con los que nadie puede. Los pilla en puestos de autoridad, a los que están en el poder, y acaba con ellos.
Saber que hay alguien ahí fuera protegiendo a los más vulnerables es una emoción muy intensa, ¿no crees?
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