hace DIEZ AÑOS que NICOLAS GHESQUIERE asumió la DIRECCIÓN CREATIVA de LOUIS VUITTON

AHORA, ACABA DE PRESENTAR EN SEÚL EL PRIMER DESFILE DE UNA COLECCIÓN PREFALL EN LA HISTORIA DE LA FIRMA. Y CON ELLA HA APUNTALADO LA NARRATIVA QUE EMPEZÓ A CONSTRUIR HACE UNA DÉCADA, TENDIENDO PUENTES ENTRE PASADO, PRESENTE Y FUTURO.

- LAURA GARCÍA DEL RÍO

Las coordenadas geográficas donde Nicolas Ghesquière (Comines, 1971) presenta sus creaciones nunca son arbitrarias. Para el resort de 2016 el francés voló a 800 invitados a la casa de Bob Hope en Palm Springs porque, explicó, aquella era una colección que, como la construcción de John Lautner, jugaba con la unión de lo refinado y lo brutalista. En el Museo Miho, a una hora de Kioto, orquestó en 2018 un desfile que, colaboración con Kansai Yamamoto incluida, era una carta de amor a la cultura nipona que tan a menudo se adivina en las costuras de sus piezas. Y en 2021 trasladó la pasarela a Axe Majeur-un parque a las afueras de París concebido por el artista israelí Dani Karavan como un cruce distópico entre escultura y paisajismopara prolongar el ejercicio de anacronismo que recorría desde los estampados hasta las siluetas de la ropa. Vista la dinámica, la puesta en escena del primer desfile que Louis Vuitton urdía para presentar una colección prefall en sus 169 años de historia -25 desde que empezó a hacer prêt-à-porter y se subió a una pasarela con Marc Jacobs- no iba a ser menos.