​Verificentros ¡auténtico Calvario!

Por culpa de la corrupción, sistemas de medición ineficientes y empleados poco capacitados, llevar a verificar tu auto en México es peor que un dolor de muela. El proceso conlleva pérdida de tiempo y nulas soluciones.

- Carlos Millares

“Tengo 3 horas aquí y no avanzamos. Es la cuarta vez que vengo aquí, pierdo tiempo, hago corajes y nadie resuelve nada”, indica fúrico un automovilista quien llevó a verificar su vehículo 2017 al sur de la CDMX, y el cual no pasó la prueba debido a que no se pudieron registrar los códigos que envía el nuevo sistema de medición.

Un centro de servicio es sinónimo de largas filas, muestras de enojo y desesperación, así como incapacidad de los empleados del lugar; vaya, es el ejemplo de lo que miles de automovilistas viven diariamente en los verificentros de la Megalópolis (CDMX y Estado de México, Tlaxcala, Hidalgo, Puebla y Morelos).

SE CAYÓ EL SISTEMA

“Acabo de sacar mi auto de la concesionaria y llevó casi un mes sin poder utilizarlo, ya que en la agencia me dicen que el sistema en el verificentro no sirve y por lo tanto no lo lee”, nos indica furioso, Julio Martínez, dueño de un BMW Serie 3, a quien sólo le han dado largas y no le resuelven el problema.

“Después de muchos desatinos por parte de nuestras autoridades medioambientales, por fin escucharon a los expertos en temas de emisiones y les hicieron caso”, refería nuestro columnista y experto en temas medioambientales, Alejandro Konstantonis, en su columna del mes de agosto en 4Ruedas.