Sin Precedentes

Es sorprendente lo que Porsche ha logrado con esta nueva generación del 911. Me he quedado con una gran experiencia atrás del volante de este deportivo.

- Raúl Ferra

Una nueva genera-ción del 911, y con ello vendrán nuevas aventuras. Así es, la octava generación del 992 ya está rodando por el mundo y tuve la fortuna de ser uno de los afortunados de conducirlo. Esto fue en Valencia, España, dentro del circuito Ricardo Tormo. Y vaya que la experiencia fue emocionante.

Uno de los días más esperados para muchos fue el tener el primer contacto con la octava generación del 911, ese día llegó, pero no sin antes ver la exhibición de las generaciones anteriores traídas del Museo de Porsche. La conferencia inició con la entrada de la primera generación y esa fue la bienvenida oficial al evento.

Cada generación de este nuevo 911 es mejor que la anterior y de eso se trata, después de 55 años este vehículo sigue siendo la piedra angular para Porsche. Es por eso que de primera vista vemos una gran similitud con el primogénito, tanto en el frente como en la parte trasera. Lo primero que resalta es el cofre que ahora es un poco más corto y con unas líneas de diseño que le proporcionan mayor robustez. El grupo de luces están colocados un poco más arriba. Lo interesante viene ahora, las entradas de aire que están en los extremos tienen una función muy puntual que es ayudar a enfriar los radiadores y también a soportar la carga aerodinámica; en el centro toda la tecnología: cámara frontal, sensores de estacionamiento, etc. La parte trasera cuenta con algunos detalles que son muy peculiares: la línea del grupo de luces continuas, la parrilla que te remite a la primera generación y lo mismo la forma del medallón. Más ancho, 44 mm más grande, la distancia entre ejes es la misma.

PRIMERA IMPRESIÓN

Lo mejor y lo peor