Con alma deportiva

El Alfa Romeo 4C toma su inspiración del clásico y único 33 Stradale. Y el resultado sorprende a propios y extraños.

- Alfredo Sánchez

Entre noviembre de 1967 y marzo de 1969, Alfa Romeo produjo un automóvil deportivo de dos plazas con motor central y tracción trasera, del cual sólo se fabricaron 18 unidades. Su nombre era Alfa Romeo 33 Stradale. Presentado originalmente en el Salón del Automóvil de Turín de 1967, el 33 Stradale era un deportivo basado en el exitoso Alfa Romeo 33/2 de carreras que compitió durante los años 1967 y 1968. No fueron muchos los cambios realizados a la versión de carreras para adecuarla a su uso en carretera: la carrocería fue construida en aluminio en vez de fibra, la distancia entre ejes fue alargada y la potencia del motor se redujo de 270 CV a 230 CV. También se introdujo un nuevo diseño de la carrocería, pero no se hicieron concesiones al confort o al lujo que aumentasen el peso. Gracias a esto, sólo alcanzaba los 700 kg, lo que hace posible un alto nivel de prestaciones.

La producción fue tan artesanal que no existen dos unidades iguales; las principales diferencias son la rejilla frontal, las luces y los conductos de ventilación. La producción total fue de 18 unidades, aunque sólo 13 llegaron a ser entregadas a los clientes; una unidad quedó en el Museo de Alfa Romeo, mientras que el resto se entregó sin carrocería a Pininfarina, Bertone e Italdesign para crear los prototipos Bertone Carabo, 33/2 Coupé Speciale, Iguana y Navajo, respectivamente.

Hoy la marca italiana ha tomado la inspiración en el mítico modelo de 1967, para crear el Alfa Romeo 4C, que es diseñado y producido en la planta de Maserati, en Módena, Italia. Ambas firmas trabajaron minuciosamente en el chasis y en el uso de materiales ligeros como la fibra de carbono y el aluminio para crear esta joya de bólido.