Parejas De Película Desembarcan En La Riviera Maya

Las imágenes más exclusivas desde la sala ¡HOLA! Welcome Platino y las anécdotas más curiosas de tres días mágicos

Eugenio Derbez, presentador de la gala, «estrena» papel como abuelo: «Kai está divina. ¡Me urge ver a mi nieta!»

LA quinta edición de los Premios Platino del Cine Iberoamericano ha sido lo más parecido a una boda, multitudinaria y alegre. El cine latino le daba el «sí quiero» a actores llegados del otro lado del océano y de otras latitudes, y eso merecía… tres días y tres noches de fiesta. La primera noche, pura magia llegada con JOYÀ, un espectáculo único del Cirque du Soleil, ubicado en el Teatro Vidanta. ¿El mejor indicativo de que el espectáculo era sobresaliente? Los ojos de ilusión de Aitana Derbez, quien llegó aferrada a los brazos de su madre, Alessandra Rosaldo, y terminó fascinada por los piratas sobre el escenario. Durante la segunda jornada, se abrieron de par en par las puertas del Hotel Xcaret México para ofrecer una comida homenaje a Adriana Barraza, la actriz, la maestra, la mujer que logró una nominación al Oscar por su interpretación en «Babel». Adriana Barraza llegó a la comida vestida de Adolfo Dominguez: color tur-quesa frente al mar turquesa. Estaba radiante… con causa: cumplía 13 años de cas a d a c o n A r n a l d o Pipke. Esta nota romántica, llegada de su mano, parece que impregnó el ambiente porque, por la noche, en la segunda velada festiva —a orillas de la playa, estilo «bohochic»—, y ya sin la amenaza de lluvia que había acechado todo el día, se dejaron ver Érick Elías y Karla Guindi, Billy y Claudia, Iván Sánchez y Ana Brenda Contreras , Dulce María y un largo etcétera.