LA UBRE DE AMÉRICA

KELLY REICHARDT VUELVE A DEMOSTRAR SU ELEGANCIA NARRATIVA CON OTRO WESTERN A CONTRACORRIENTE. AQUÍ, DOS BUSCAVIDAS SABOREAN EL SUEÑO AMERICANO GRACIAS A UNA VACA Y LOS DULCES DE SU ORDEÑO

- PAULA ARANTZAZU RUIZ

FIRST COW

“EL WESTERN ES EL ENCUENTRO DE UNA MITOLOGÍA CON UN MEDIO DE EXPRESIÓN”, decía André Bazin sobre el gran género cinematográfico del cine estadounidense, y, sesenta años después de esa sentencia irrevocable, podemos afirmar gracias a Kelly Reichardt que el western también es la historia de la primera vaca que pisó la frontera y que, en vez de la fiebre del oro, tal vez tengamos que hablar de fiebre láctea.

“First Cow nace de la novela de Jonathan Raymond The Half-Life, que abarca cuatro décadas e incluye un viaje en barco a China. Es una historia muy extensa y fuera de mi alcance, no solo por los costes económicos que supondría rodarla, sino porque es más difícil entrar en el meollo de las cosas en una historia tan épica. Así que se nos ocurrió la vaca para hablar de temas como el comercio de pieles y los primeros movimientos migratorios que provenían tanto de Europa como de la dirección opuesta, un viaje muy diferente al Este-Oeste habitual”, cuenta la directora sobre el origen de su séptimo largometraje.