ElPrecio de la Salud

Les comparto cómo vivir con lupus me enseñó a sentirme agradecida por tener un trabajo, y me hizo consciente de mis limitaciones, obligándome a modificar mis aspiraciones a largo plazo.

- Briseida Ibarra

PROBABLEMENTE TODOS HEMOS ESCUCHADO ALGUNA VEZ QUE LA SALUD NO TIENE PRECIO, y aunque es muy verdadero en un sentido figurado, creo que sobre su significado literal hay muchas cosas que se podrían decir, y es que, hasta que lo vives en carne propia, llegas a entender del todo que la salud tiene un precio muy alto cuando no la tienes.

Muchas cosas han pasado en mi vida que simplemente no las entiendo, decisiones que he tomado para luego preguntarme si son las correctas, situaciones que me han tocado vivir y que al principio parecen un reto que me manda el universo para demostrar no sé qué cosa. Pero con el tiempo y conforme vas creciendo, le encuentras sentido a todo, y llegas a la conclusión de que por trillado que parezca, todo pasa por algo, y terminas agradeciendo porque cada vivencia, buena o mala, te ha llevado a ser la persona que eres hoy.

Una de esas situaciones fue el momento de elegir mi carrera, y aun cuando tengo gran amor y respeto por mi profesión, creo que como parte de la generación que creció sin herencia y sin la oportunidad de comprar terrenos baratos, es bastante normal preguntarse si habría otra cosa a la que te pudiste haber dedicado en este mundo cada vez más competitivo. Pero supe con el tiempo que estoy en esta posición porque así tenía que ser, y que mi trabajo me representaría una seguridad más grande que cualquier pago económico: un servicio médico y el derecho a estar enferma sin poner en riesgo mi trabajo y con él, mi sustento.