Neuronas espejo – Monkey see, monkey do

Para conectar afectivamente con alguien lo primero es entenderse, y para ello la empatía es clave, así como las neuronas espejo.

- Por Jessica López

¿Has notado que haces el mismo gesto que tu mejor amiga, mamá o hermano? Quizá desde que comenzaste a pasar más tiempo con tu pareja adquiriste su manera de tomar el cepillo al lavarse los dientes o dices aquella palabra que repite tanto.

¿Ya te diste cuenta de que sí te ha pasado? La razón son las neuronas espejo, esas que nos permitieron aprender a hablar porque nos ayudaron a imitar el movimiento de los labios de nuestros padres (por ello es importante articular frente al bebé), pues su funcionamiento tiene que ver con la capacidad de observación-imitación-aprendizaje.

Son un gran descubrimiento a nivel neurológico; aunque de acuerdo con el doctor Joseph I. son todavía una teoría para el caso de los humanos: “el primer ejemplo en el que los investigadores encontraron la existencia de este tipo de neuronas fue en los monos (se analizaban los movimientos de las manos); en ellos se observó que las mismas neuronas que se activaban cuando realizaban un movimiento específico con sus extremidades, también se 'encienden' cuando veían a otro simio hacer el mismo”.