Stop a los PROBLEMASFAMILIARES EJERCE DE MEDIADORA

Hermanos que no se hablan, parejas que no quieren ni ver a su familia política o hijos que apenas se relacionan con sus padres. Los conflictos familiares son tan dolorosos como frecuentes, y sentirse en el centro genera nerviosismo y mucha preocupación. ¿Es tu caso?

- INMA COCA

Tras una larga cuarentena, el verano ha sido época de recuentros y reuniones familiares, pero no todas han sido igual de idílicas y felices. En muchos casos, estas citas han estado marcadas por viejas rencillas o discusiones que parece que nunca van a terminar.

Y es que son las épocas de reencuentros y fechas señaladas, como puede ser la Navidad o el Día de la Madre, así como celebraciones de bodas o cumpleaños, cuando los problemas familiares se hacen más patentes. Estos meses hemos sufrido al ver cómo la familia al completo no se podía reunir porque dos hermanos no se hablan, y la celebración se enturbiaba al pensar no solo en que uno falta, también en el que se ha molestado, porque se ha elegido invitar al otro. Y este ejemplo lo podemos aplicar a quienes no se hablan con sus padres o la nuera que no soporta a su suegra.

ESTAR EN EL MEDIO

En estos dramas del hogar, no solo sufren las personas que han discutido debido a sus diferencias, también el resto. Un dolor que no se apacigua pensando que no se tiene la culpa y que crece cada vez que se intenta solucionar.

SUPERAR UN CONFLICTO FAMILIAR PUEDE REFORZAR LOS VÍNCULOS DEL RESTO AL ELIMINAR TENSIONES Y DISCUSIONES.