En Busca Del Ikigai

De Origen Nipón Y Milenario,el Último Grito En Autodescubrimiento Promete Felicidad Y Longevidad, Las Dos Metas Históricas Del Ser Humano. Una Redactora De Marie Claire Se Dispone A Encontrarlo.

- Violeta Valdés

Eso qué es? ¿La descripción de tu perfil de Tinder?", me pregunta Jacobo, el redactor jefe, entre carcajadas. "A ver, Violet, eres periodista de moda. Volar en un jet privado, asistir a los desfiles en París, dormir en los mejores hoteles... ¡Un poco de glamour! Hay cosas al alcance de muy pocos a las que, por tu trabajo, tienes acceso y son increíbles. Haz el favor de incluirlas en tu lista", me ordena María, la directora. "A mí me encanta la jardinería", confieso días más tarde. "¡Eso es mentira!", grita Marc, el editor de moda, desde la otra punta de la redacción muerto de risa.

Con el objetivo de narrar en primera persona qué es el ikigai, empecé por esbozar –con la citada intromisión de mis superiores– un inventario de todo lo que me gusta. My favourite things, que cantaba Julie Andrews en Sonrisas y Lágrimas (una referencia a otra de mis pasiones, los musicales). Y yo, que soy pudorosísima, ya he desvelado dos intimidades. ¿Que qué es el ikigai? Lo cierto es que el término carece de traducción, pero sería algo así como 'el sentido de la vida', 'tu energía vital' o 'aquello que te empuja a levantarte cada mañana'. Complicado, ¿verdad? Menos mal que hay un diagrama. Según la ilustración de la otra página, el ikigai es la suma de aquello que te apasiona, que se te da bien, por lo que podrían pagarte y que aporta algo a la humanidad. Ahí es nada...

Felices para siempre