LA PIEZA PERDIDA

Angela Woods es graduada con un título de asociado en Negocios/e-commerce/mercadeo y Administración de la Universidad del estado de Portland. A nivel nacional, ella junto a su esposo viajan a tiempo completo dando campañas de avivamiento durante el año. Como pianista de la música clásica, ella les enseña a sus cuatro hijos pequeños quienes también viajan con ellos en sus giras evangelísticas anuales. Para más información sobre el libro, envíe un correo electrónico a [e-mail]

- ANGELA WOODS

¿Alguna vez ha armado un rompecabezas y casi al terminar se da cuenta que le falta una pieza? Ni siquiera sabía que le faltaba esa pieza hasta lo último, y la busca por todas partes. Considere el ayuno como esa “pieza perdida” del rompecabezas. Ya sea por razones espirituales o físicas, el ayuno no es un tema del cual mucha gente desee estar informado hoy en día. Sin embargo, una persona que no ayuna no puede recibir todo lo que Dios ofrece. Sea que se trate de asuntos relacionados a la salud, el espíritu, las finanzas u otros, la prosperidad depende de nuestra disposición de ayunar.

“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. (2 Crónicas 7:14)

Debemos buscar del Señor en ayuno y oración. Recuerde que usted es una vasija terrenal. Fue creado del polvo de la tierra. Cuando el Señor dice en Su Palabra “sanaré su tierra”, considérese como parte de la tierra. También se refiere a su país, sus finanzas y cualquier otra cosa imperfecta en su vida. Dios desea la perfección para su vida. Él es un Padre bueno que desea cosas buenas para Sus hijos. ¿Acaso no quiere usted lo mejor para sus hijos? Claro que sí, todos lo queremos. ¿Cuánto más Dios, el soberano del universo, Creador del cielo y de toda la tierra, nuestro Padre, quiere buenas cosas para nosotros?

“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”. (Mateo 7:11)