Peña de Bernal – Manantial de vida para escaladores

Lo primero que hay que saber es que este Pueblo Mágico, al pie de la peña, es un sitio realmente encantador y que los fines de semana vibra en un ambiente festivo como pocos lugares en la zona centro del país.

- Por Mauricio Ramos

Según la narración de Alfredo Velázquez –presidente de la Federación Mexicana de Escalada y Montañismo–, los inicios de la escalada en la Peña de Bernal

datan de octubre de 1963, cuando algunos integrantes del Club de Exploraciones de México abrieron la ruta del Filo Noroccidental, comenzando así una de las zonas de escalada más importantes del país. Antes de eso, en los años 50 hubo algunos ascensos con escalones de varilla o “grapas”, pero éstos no son considerados en el sentido puro de la escalada en roca.

Desde ese momento un gran número de escaladores –que han hecho historia en México–, llegó a Bernal para abrir sus propias rutas, lo que le significó el honor de nombrarlas y, como pueden imaginar, la lista es larga.

En 2001, la escalada de bloque tomó un gran impulso en Bernal cuando Tommy Caldwell encadenó un V4 al cual nombró “Sueños Guajiros”. A partir de ese momento Luis Cajero, Carlos Steck y otros escaladores empezaron a desarrollar nuevos proyectos convirtiendo a la peña en uno de los principales destinos para escalada de bloque en nuestro país.

En el desarrollo de Bernal muchos escaladores han aportado, pero entre los más reconocidos están Alfredo Velázquez, Luis Cajero, Edson Ríos, Diego Hanson y Carlos Steck.

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