Y DE PRONTO, UNA CONMOCIÓN… JEAN MICHEL BASQUIAT

Uno de los artistas, sin duda alguna, más provocadores del siglo XX. Su existencia, fugaz; sin embargo, su obra sigue obsesionando a las industrias creativas. Así fue la vida de quien sabía que no era un artista, sino una leyenda.

- MÓNICA ISABEL PÉREZ

Sucedió hace unos meses: una famosa joyería fichó a una pareja de celebridades de alto perfil para protagonizar una campaña publicitaria. Hasta ahí nada anormal, excepto porque en una de las fotografías del matrimonio llevando diamantes aparece un cuadro de gran formato llamado “Equal Pi”, del cual no se había sabido en años. La pieza no está ahí por casualidad. Por un lado, la asociación con su autor, Jean-Michel Basquiat, ha sido desde hace años una obsesión de las firmas de moda que desean sentirse jóvenes y contestatarias. Por otro, el cuadro ostenta el color azul turquesa característico de la casa joyera. Dijeron que lo más seguro era que Basquiat hubiera usado ese tono de azul como un homenaje. Unos días más tarde, Stephen Torton, un exasistente del artista, escribió en su cuenta de Instagram que era falso, ya que él mismo había hecho la mezcla del color y que le parecía que esta “perversa apropiación de la inspiración del artista era demasiado”. Abonando a este testimonio, Anne Dayton, quien fue dueña de la pieza, dijo a The New York Times que no hay asociación alguna. Lo asombroso es que, pese a que han pasado 33 años de su muerte, todos siguen queriendo tener un trozo de Jean-Michel Basquiat.