LUIS ASTOLFI JR.Y CRISTINA SERRANO NOS DESVELAN LOS DETALLES DE SU BODA: UN FLECHAZO, UNA PEDIDA «A ESCONDIDAS>> Y UN EXOTICO DESTINO PARA SU LUNA DE MIEL

Se casan el próximo 4 de julio en Marbella, en una ceremonia civil que tendrá lugar en una finca con vistas al mar, donde también será la celebración posterior

- MARÍA LUISA, GARCÍA-MORO

«Le pedí matrimonio a Cristina el último día de nuestras vacaciones de verano. De noche y en la playa, para que nadie me viera, ya que soy bastante vergonzoso»

Sobre estas líneas y en la página siguiente, tres románticas fotografías de Luis Astolfi Jr., y Cristina Serrano, quienes están inmersos en los preparativos de su boda, para la que faltan algo más de cuatro meses. A la derecha, una fotografía de archivo de Luis de niño aprendiendo a montar junto a su padre, el jinete olímpico Luis Astolfi

AÚN faltan unos meses para que Luis Astolfi Jr., y Cristina Serrano se conviertan en marido y mujer. Una boda que, tal y como contó ¡HOLA! en exclusiva, se celebrará en el cortijo «Pedro Jiménez», situado a 15 kilómetros de Marbella. Fue construido por Andrés Parladé y cuenta con unas extraordinarias vistas de la ciudad malagueña, además de un inconfundible sabor ecuestre, que, sin duda, hará las delicias de la familia del novio. Luis es uno de los dos hijos del jinete Luis Astolfi y su exmujer, Isabel Flórez, quienes se separaron en 2012. De su padre ha heredado la pasión por este deporte, al que se dedica profesionalmente. Su padre es uno de los íntimos amigos de la infanta Elena y su mejor consejero en cuestiones hípicas. Doña Elena tiene un gran cariño al novio, al que conoce desde niño, por lo que seguro que no se perderá un día tan importante de su vida.

HISTORIA DE AMOR

—¿Cómo y cuándo os conocisteis?

—Nos conocimos en Marbella. No parábamos de mirarnos, hasta que terminamos bailando toda la noche. Desde ese día estuvimos hablando y solo queríamos estar juntos, vernos todos los días… No nos cansábamos de compartir planes y nos convertimos rápidamente en una prioridad el uno para el otro.

—Es decir, que lo vuestro fue un auténtico flechazo…

—Fue un auténtico flechazo, sin duda.