FRESCURA GT

Prueba de gama / Kia Stinger GT/EX Ya en la medianía de su vida útil, Kia nos presenta a su émulo de Gran Turismo con un rostro renovado y algunos extras de seguridad para darle frescura en los escaparates mexicanos.

El Kia Stinger, que fuese una grata sorpresa hace unos tres años aproximadamente –lo probamos en el AP 267–, nos presume una actualización más cosmética que profunda, por lo cual no puede calificarse de un cambio de media vida, midchange en la jerga industrial automovilística.

Pero nuevos colores y algunos extras de seguridad como los vigilantes electrónicos (englobados como Drive Wise), que son los precursores de una futura conducción autónoma, le dan un agregado interesante a quienes siempre lo han tenido bajo la mira como un sedán de categoría con sabor a Gran Turismo.

Ponderamos sus dos variantes al unísono. La emblemática GT que monta el V6 biturbo de 365 HP y una relativamente más accesible –y menos equipada– versión EX, que dispone del cuatro cilindros turbocargado de dos litros y 250 HP.

En los dos casos existe una transmisión automática de ocho escalones pertinentemente afinadas para las solicitudes y exigencias de su respectivo propulsor, cuya energía la digieren las ruedas traseras, un esquema clásico.

El ejemplar GT lucía uno de los colores más llamativos de esta camada 2020; un naranja extravagante, que aderezado con resaltes que simulan metal anodizado en detalles finos como las carcasas de los espejos o las molduras de la parrilla, le dan un aire más abrillantado de lo normal. Su comparsa, el EX, no presumía esos extras pero la parrilla era diferente –no incluye el radar–, bajo un aire más discreto, sencillo pero todavía atractivo.