Una Cosecha Protegida

La Bolsa mexicana recibe nuevos derivados para protegerse y ‘apostar’ a los cambios en los precios del maíz y la electricidad.

- Rosalía Lara

El mercado de derivados no es para los inversionistas novatos ni para los débiles de corazón. Por un lado, son muy complejos, no tan sencillos de entender como las acciones de las empresas –en el mundo hay, por ejemplo, instrumentos que permiten ‘invertir’ en las variaciones de temperatura–; y, por otro, son bastante arriesgados. Como su valor depende del precio de otro activo –una acción, un índice bursátil, una materia prima, divisas, tasas de interés o alguna otra cosa–, a menudo funcionan como cobertura, para protegerse ante variaciones bruscas de aquello que se quiere comprar o vender. Pero también se emplean para especular, apostando sobre si su precio subirá o bajará.

Ahora, el mercado mexicano recibirá dos nuevos instrumentos de este tipo, abriendo el abanico de opciones a los inversionistas.