Cafe El Marino automatizó las operaciones en su planta, que tiene casi 70 años, sin necesidad de comprar maquinaria nueva.
En el puerto de Mazatlán, Sinaloa, la empresa Café El Marino maquila y co-mercializa café desde una planta que en su interior parece detenida en los sesenta, debido a la maquinaria, que data de esa época, y al código de vestimenta de los empleados —los hombres, con playera tipo polo de color rojo y pantalón negro, y las mujeres con camisa blanca y también con pantalón negro— que caracterizaba en esa época la forma de trabajar de las compañías tradicionales.
Entre las décadas de 1960 y 1970, la compañía comenzó a comprar café (nacional e importado) para maquilarlo y venderlo a más de 92 empresas nacionales y extranjeras, como Kirkland, de Costco, 7-Eleven y Soriana. Hoy, cada mes, esta firma produce unas 270 toneladas de café soluble, de las que exporta 70% a más de 10 países, entre los que destacan Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Costa Rica, Colombia, Canadá y Panamá.
La empresa, fundada en 1950, factura cerca de 80 millones de dólares (mdd) al año. Parte del éxito es la calidad constante del producto que, según los directivos, ha sido posible gracias a la tecnología presente en la planta que data de 1950. “La estrategia fue automatizarla”, cuenta Jesús Brito, Chief Information Officer de Café El Marino.
Denne historien er fra Agosto 2018 - 271-utgaven av MANUFACTURA.
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