Dafne Almazán - Una mexicana en Harvard

Nacida en un entorno de niños superdotados, Dafne ha creado su propia historia y ha aprovechado todas las ventajas que le ofrece su rápido aprendizaje, así es como ha roto sus propios límites.

- Por María del Carmen López

En 2002, cuando Dafne Almazán nació, sus padres sabían que, al igual que sus dos hermanos mayores, tenía una enorme posibilidad de ser una niña con un coeficiente intelectual elevado y no tardaron en constatar sus sospechas: apenas estaba por cumplir un año cuando ya era capaz de andar por sí misma.

Ésa fue una de las primeras señales que les indicaría que la historia de sus otros hijos se volvería a repetir, y lo comprobaron cuando con apenas tres años ya era capaz de leer y escribir sin que nadie le enseñara, lo logró a partir de observar a su hermana.

Desde la Universidad de Harvard, donde actualmente cursa una maestría en Enseñanza de las Matemáticas, nos comparte su experiencia de vida. “Mi infancia fue muy feliz, yo siempre podía jugar con mis hermanos, nos divertían los mismos juegos y también convivía con mis amigos que, al igual que yo, eran superdotados”, explica Dafne.

Parecería que no debe ser sencillo encontrarse con chicos que compartan esta misma condición, si partirmos que apenas tres de cada cien mil la poseen, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, sin embargo, para cuando Dafne nació sus padres ya habían tenido que crear un ambiente propicio para sus hijos, ya que uno de los problemas que enfrentan los padres de niños genios, es que no son diagnosticados correctamente y se cree que son chicos hiperactivos, lo que ocasiona que sus talentos no sean canalizados.