¡PIDE SEGUIR ACTUANDO!

Aunque su estado de salud no es óptimo, SILVIA PINAL se resiste a dejar los escenarios; sus hijos exigen respetar su decisión, y las críticas indignan al gremio

- CRISTÓBAL SANDOVAL, NAYIB CANAÁN Y OTTO ROJAS

SILVIA PINAL

La del pasado 11 de mayo fue una noche triste para el espectáculo en México, y también para Silvia Pinal. Cuando se alistaba para ofrecer la función a invitados y medios de comunicación del musical infantil Caperucita, ¡qué onda con tu abuelita!, la primera actriz fue retirada en brazos del teatro que lleva su nombre en la Ciudad de México en evidente mal estado de salud. Su lugar fue ocupado por Norma Lazareno, con quien alterna el personaje de la abuelita, mientras afuera del recinto una marejada de periodistas y camarógrafos se concentró preocupada por la mujer de 90 años, cuyo regreso a los escenarios, registrado apenas tres días antes, le había costado críticas por actuar sentada en un sillón con ruedas debido a sus problemas para caminar. Si antes del estreno le llovían los ataques, no presentar la función especial fue para algunos el acabose. La versión de su hija Sylvia Pasquel es que se trató de un problema estomacal; el productor de la obra, Iván Cochegrus, con quien la familia Pinal lleva buena relación, asegura que un ataque de ansiedad y angustia, derivado justo por esas críticas y señalamientos, fue el detonante del malestar en la sonorense. En los días subsecuentes, familia, figuras del medio artístico y público en general se trenzaron en un debate mediático sobre si, a su edad, la protagonista de la película Viridiana y otras grandes joyas del cine mexicano y europeo debe permanecer activa en los escenarios. Obviamente, la gran mayoría aplaude el profesionalismo de la diva, la leyenda llamada Silvia Pina.