Rafael Sánchez Ferlosio (Roma, 1927 - Madrid, 2019)

Rafael Sánchez Ferlosio nació en Roma, donde su padre, Rafael Sánchez Mazas, ejercía de corresponsal del diario ABC, de Madrid. Sánchez Mazas fue un entusiasta precoz del fascismo primigenio —La revolución a paso gentil, tituló en 1922 sus crónicas de la marcha sobre Roma de las escuadras de Mussolini—, y se casó con una italiana, Liliana Ferlosio, como su compinche Ernesto Giménez Caballero. Años después, ambos se disputarían la paternidad del fascismo español (FE, Falange Española), y la privanza de su jefe, José Antonio Primo de Rivera, que ganó Sánchez Mazas. En los amenes de la guerra civil, Sánchez Mazas se salvó milagrosamente de un fusilamiento colectivo —véase la novela Soldados de Salamina, de Javier Cercas—, y en el Gobierno de la Victoria, agosto de 1939, el caudillo invicto le premió con un ministerio sin cartera; menos mal que no se le atribuyeron funciones concretas, porque, vago vocacional, lo suyo no era la política, sino, a ratos, la literatura (La vida nueva de Pedrito de Andía).

La familia Sánchez Mazas-Ferlosio dio para un roto y para un descosido: el hermano mayor, Miguel, gran matemático que se firmaba Sánchez-Mazas y militaba en el PSOE clandestino, fue uno de los detenidos en febrero de 1956, junto con Dionisio Ridruejo y Ramón Tamames, entre otros, y después consiguió exilarse, con gran escándalo de su padre; el hermano pequeño, Chicho, se dedicó a la vida hippy, y se convirtió en una estrella musical del rock, o algo parecido, con no menor escandalera paterna; la hermana se casó con Javier Pradera, otro rojo peligroso como su hijo Miguel, pero de muy buena familia, eso sí, no en vano don Víctor Pradera había sido declarado uno de los protomártires de la Cruzada.