Tiempo – Todas hieren, la última mata

M. Night Shyamalan le da la vuelta cual tortilla a uno de los tótems de una sociedad que fantasea cada vez más con la inmortalidad: ¿qué ocurriría si un día el tiempo se escurriera entre nuestras manos?

Es curiosa la manera en que se construye el concepto de “autor en el contexto del cine conforme pasa el tiempo. El ejemplo más palpable de cineasta despreciado por su comercialidad para, años más tarde, terminar alcanzando la categoría de “genio” con identidad propia es, obviamente, Alfred Hitchcock. Algo parecido ocurrió décadas más tarde con Steven Spielberg, quien durante los 80 era considerado poco menos que un charcutero del blockbuster y cuya cotización con el paso de los años no ha parado de crecer hasta convertirse en uno de los creadores más respetados de Hollywood, con un sello personal que abarca toda su obra.