El Miso, Otro Milagro Chino

Este alimento, cuyo ingrediente base es la soja, se emplea para combatir al colesterol, prevenir efectos cardiovasculares, depurar al organismo de sustancias tóxicas, y aliviar trastornos estomacales e intestinales, entre otras propiedades benéficas para la salud

Según la mitología japonesa, el miso fue un regalo de los dioses para garantizar al hombre salud, longevidad y felicidad. Apareció inicialmente en las zonas montañosas para combatir el frío, y luego se fue expandiendo por el resto de Oriente hasta recalar en los países occidentales. Hoy, este alimento, cuyo ingrediente base es la soja, se emplea para combatir al colesterol, prevenir efectos cardiovasculares, depurar al organismo de sustancias tóxicas, y aliviar trastornos estomacales e intestinales, entre otras propiedades benéficas para la salud. Además, el miso es rico en carbohidratos y proteínas, a tal punto que posee más propiedades que la carne. Como valor agregado, es imprescindible considerar que tiene vitaminas esenciales como la B12, minerales como el calcio, hierro y magnesio, aminoácidos esenciales y algo de grasa.

Mi significa sabor y so quiere decir fuente, dos palabras que sintetizan a la perfección algunas de las cualidades más destacadas de este producto de la naturaleza, que también está presente en la cocina. La frutilla del postre: es el derivado de la soja que contiene más isoflavonas, sólo está por debajo del grano y la harina de esa legumbre.

Una diversidad de beneficios

- Crea un buen nivel de energía y vitalidad.

- Mantiene una temperatura corporal estable, en estaciones frías.

- Regenera y conserva la flora intestinal.

- Contiene ácido linoleico y lecitina, que ayudan a disolver el colesterol.

- Para la vitalidad: el miso contiene grandes cantidades de glucosa, un energizante indispensable par el organismo.

- Para un metabolismo adecuado: el miso es rico en minerales.