La audición que “lanzaría a la fama” a Coco es en el departamento del cazatalentos. A través de la lente granosa azul sepia de la cámara, su rostro cambia de entusiasmo a incredibilidad después de que el hombre insista en que demuestre que es una actriz seria quitándose su blusa. Llorando en silencio por la humillación cuando se da cuenta de la estafa, ella obedece mientras el seudofotógrafo la consuela.
La interpretación de Irene Cara como Coco Hernández en el filme de 1980, Fame, fue encriptado en la mente de cada optimista de Hollywood; sin embargo, pocas mujeres sobrevivieron al mundo del espectáculo sin su propia “experiencia Coco”. La mía llegó cortesía de un hombre cuarentón, que me acababa de guiar a través de Disney, donde producía una comedia familiar. Tuvimos una reunión en la provincia de Washington State, durante su breve estancia mientras grababa, y yo cubría una nota para mi periódico escolar. Al momento de que viajé a Los Ángeles para audiciones universitarias (quería continuar mis estudios en teatro clásico) mi madre sintió tranquilidad por que tuviera un contacto allá. Ahora estaba sujetándome, forzando su lengua en mi boca. Tenía 15 años.
Por fortuna, contaba con dos ventajas: no era lo suficientemente grande para controlarme y, más importante, no albergaba fantasías del estrellato de Hollywood, así que mi repulsión fue inequívoca.
Denne historien er fra Marzo 2018-utgaven av Harper's Bazaar en Español.
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