Valga la abundancia

Para empezar a hablar de abundancia hay que abrir la mente. Si te sientes en la miseria, verás que no estás y si te sientes Rico McPato verás que tampoco. La abundancia va más allá de la que tienes, y si la alcanzas te va a cambiar la vida.

ABUNDANCIA /a.bun.dan.cia/ Se conoce como abundancia a la gran cantidad de alguna cosa, así como a la prosperidad.

MENTALIDAD /men.ta.li.dad/ Conjunto de creencias y costumbres que conforman el modo de pensar, juzgar la realidad y actuar de un individuo o de una colectividad.

Cómo pensar que no vivimos en un mundo de abundancia con todo lo que hay? Eso se preguntan Tony Karam, Peter Diamandis y Mo Gawdat. El universo es abundante; la Tierra tiene más energía, comida y riqueza de la que nos podríamos acabar en toda nuestra vida. Mo nos pasó el dato de que, si toda la humanidad se para a metro y medio de distancia entre sí, cabría en el estado de California. ¡Imagínate la abundancia que hay! Hay mucho, de todo, para todos. Y ya el simple hecho de pensar en eso debe ser suficiente para no sentir que estás en la miseria.

Si eso no te funciona, también es muy importante pensar que sí hay. Todo esto que decimos ahí está, pero lo puedes sentir lejano (aunque no esté). Así que piensa en este momento ¿qué sí hay?, ¿qué sí tienes en tu vida que se considere abundancia? Y cada vez que se te cruce un “sí, pero no tengo tal”, cancélalo. Tu nuevo enfoque está en lo que sí hay, porque si no, no vas a poder disfrutar ni de las cosas más simples, que también valen, y mucho.

Cierto, la abundancia se centra en lo realmente importante, abundancia emocional, amorosa, de salud y prosperidad. Pero hay otro principio clave: el desapego. Es muy importante empezar por reconocer, valorar, apreciar y disfrutar, pero con todo eso debe haber un sentido de soltura. De nada sirve amar lo que tienes si crees que te vas a morir o si pierdes algo de eso. Eso no es amor.