Zöe Kravitz creció como una niña hippie en los cañones de Los Ángeles con su madre actriz y como una adolescente del ‘jet set’ en Miami con su padre estrella de rock. Pero ella está haciendo su propio camino a la cima
Kravitz tiene estilo, con sus tenis deportivos color negro, un largo vestido blanco y una camiseta vintage de Nirvana que es un par de años más joven queella. Las trenzas caen sueltas alrededor de sus hombros, y sus antebrazos están adornados con docenas de delicados tatuajes: un águila, una pluma, una serpiente, una sirena.
Es una tarde cálida y soleada, así que decidimos dar un paseo por Williamsburg Bridge en Manhattan. Kravitz creció en Los Ángeles, pero ella prefiere Nueva York: la energía, la espontaneidad, la aleatoriedad. 100 metros por encima del East River, los trenes retumban y los ciclistas pasan volando. Algunos peatones voltean a verla dos veces, pero nadie la detiene.
Tal vez es porque creció cerca del reflector, pero Kravitz parece feliz en el punto óptimo de la fama, exitosa pero relativamente anónima. Aunque últimamente está obteniendo más roles mediáticos (por ejemplo, en Animales fantásticos, donde aparece como la bruja Leta Lestrange), no tiene ambiciones de ser una de las mejores estrellas. “Todavía estoy haciendo muchos papeles de reparto, y no tengo ninguna prisa”, dice. “Estoy mejorando y no estaba lista para trabajar con la clase de personas con las que estoy trabajando ahora. Así que estoy contenta con el ritmo del viaje”.
Denne historien er fra Diciembre - Enero 2019-utgaven av Rolling Stone - México.
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