LA PERLA, VER.- Al caer la tarde, una orquesta de motosierras cercena pinos hartwegii. ¡Brrrumm, brrrum, brrum! La muerte lenta de los árboles ocurre a 4 mil metros sobre el nivel del mar. La tala opaca el canto de los colibríes dentro del Parque Nacional Pico de Orizaba. Este concierto estridente se repite todos los días. En la cordillera, varias manchas color café quedan como prueba de la salvaje deforestación en los alrededores de este volcán inactivo conocido como Citlaltépetl.
En un recorrido por las localidades de La Perla y Calcahualco se pueden apreciar las “rasuradas” que ha tenido el volcán Pico de Orizaba en municipios veracruzanos. Los pobladores aseguran que el “desmonte” también alcanza al pico en sus municipios poblanos. Cientos de extremidades de los árboles, ya secas, se observan en el camino; son un material altamente inflamable cuando ocurren los incendios.
En la congregación de San Antonio Tenextepec del volcán vecino, el Cofre de Perote o Nauhcampatépetl, como también se le conoce, se observa sin pudor alguno a talamontes que realizan el “corte” de árboles para dejar caer los troncos por un barranco y luego subirlos a camiones Thornton Dina. Un campamento con fogata para mitigar el frío sirve de área de descanso y comedor para los leñadores clandestinos.
Denne historien er fra October 24, 2021-utgaven av Revista Proceso.
Start din 7-dagers gratis prøveperiode på Magzter GOLD for å få tilgang til tusenvis av utvalgte premiumhistorier og 9000+ magasiner og aviser.
Allerede abonnent ? Logg på
Denne historien er fra October 24, 2021-utgaven av Revista Proceso.
Start din 7-dagers gratis prøveperiode på Magzter GOLD for å få tilgang til tusenvis av utvalgte premiumhistorier og 9000+ magasiner og aviser.
Allerede abonnent? Logg på