Andar El Camino

Según el mundo del cine, uno puede crecer espiritualmente y convertirse en mejor persona si toma su mochila y emprende un viaje incierto. Y pudiera ser verdad, ya que muchos de los filmes de autodescubrimiento están basados en la vida real.

- Olivier Fuentes

Emprender un viaje a cualquier sitio lejano, no con todas las comodidades, sino con varias adversidades a cuestas y prácticamente mochileando, parecen ser los componentes de la receta para encontrarse a uno mismo, madurar y convertirse en mejor persona. Al menos eso es lo que plantean estos filmes, los de “autodescubrimiento por medio de un viaje”, aquellos en los que el o la protagonista inician el periplo después de un momento de ruptura y transformación en sus vidas. Estas películas son ‘hijas’ del clásico género road-movie; en éste se emprende un éxodo o una cruzada a través de una carretera, o de un camino inexplorado, para buscar un escape, cumplir una meta que puede ser la obtención de amor, libertad, redención, el descubrimiento de uno mismo, madurar en cierto grado, o convertirse en mejor persona. El camino se vuelve un campo de prueba para el o los personajes principales.

Claro que el road-movie se mezcla conotros géneros tales como el western, la comedia, el policiaco, el drama, la acción o la aventura. El género merece una entrega aparte, pero por lo pronto hablaremos de las cintas en las que el viaje lo emprende una sola persona y donde no hay elementos de acción o comedia.

La más significativa, y que a la vez no se ajusta a los parámetros mencionados, es Camino salvaje (Into the Wild, 2007), en la que el director Sean Penn hace un recuento de los últimos años en la vida de Christopher McCandless, un joven con una vida económica holgada que, poco tiempo después de graduarse de la universidad, decide que lo material es una falsa atadura y, con sólo unas pocas cosas, emprende un viaje por Estados Unidos para ir a establecerse en una zona inhóspita de Alaska.