¡Mezcla!

Los jugos y smoothies están colocados bajo de un halo de salud, pero pueden tener trampas ocultas que amenazan tus objetivos saludables. Sigue leyendo para saber cómo desviar a los saboteadores y favorecer a la nutrición la próxima vez que vayas hacia la licuadora.

- Alex Davies

Ellos ocupan un nicho muy importante en el mundo del bienestar, la diversión, los feeds de Instagram… Todo el mundo quiere estar dentro y por buenas razones. Esos jugos y smoothies que tú (y/o la barra de tu centro fitness favorito) estás licuando contienen un gran potencial nutricional. Como Alana MacDonald, dietista y portavoz para el British DIetetic Association, explica, “hasta las personas conscientes de su salud a veces ponen de lado frutas y verduras sin darse cuenta, y los jugos y smoothies son una manera de obtenerlos en una mayor proporción de vitaminas y minerales esenciales de una sentada”.

Pero, advierte ella, debajo de los plátanos triturados y las espinacas pulverizadas puede haber trampas escondidas para la salud: “Para los jugos, la carne de las frutas ya no está presente –esto convierte el contenido de tu vaso en libre de azúcares”. Sí, algo similar a los gránulos blancos en pasteles. Además, está el hecho de que los smoothies postentrenamiento son comúnmente cargados con leche, crema de nueces, polvos de proteína y saborizantes, lo cual, por más natural o bueno para ti, puede convertir tu bebida rápidamente en una sobrecarga de calorías. “Es fácil consumir jugos y smoothies altos en azúcar y calorías en grandes cantidades, ya sea entre comidas o como reemplazo de éstas; ninguna es lo óptimo para consumir tu porción de verduras y frutas”, dice MacDonald. La clave es mezclar correctamente. Los siguientes tips te ayudarán en el camino.

PIENSA FUERA DEL TAZÓN DE FRUTA