Burt Reynolds

Estrella y sex symbol, fue en un tiempo uno de los actores mejor pagados de Hollywood y la encarnacin de las fantasas de toda una poca. Pero la vida tambin le depar su cuota de malos momentos.

- Florencia Sañudo

Burt Reynolds nunca podrá filmar bajo la guía de Quentin Tarantino, como le hacía tanta ilusión. A finales de septiembre pa-sado debía comenzar a rodar su parte en Once Upon a Time in Hollywood, película de dicho director sobre los asesinatos de la familia Manson, en la que compartiría cartel con Leonardo DiCaprio, Brad Pitt y Al Pacino. Pero la muerte lo sorprendió semanas antes. El 6 de septiembre, a los 82 años, falleció en el Jupiter Medical Center, Florida, víctima de un paro cardiaco.

Su pasión era el futbol americano, sueño que se truncó debido a una lesión en la rodilla.

Pocas horas después de la noticia las condolencias comenzaron a llover. Todos amaban a Burt: Arnold Schwarzenegger, Mark Wahlberg, su amigo Jon Voight, Lena Dunham, Kate Hudson, Adam Sandler, Ricky Gervais y Julianne Moore fueron algunos de los muchos que expresaron su pena. Personalidades y generaciones diferentes coinciden en su admiración y cariño por el hombre y el profesional.

Sí, tenía un carácter irascible y podía ser difícil en un set, pero era un artista exigente y un profesional dedicado. Aún así, la imagen que prefería transmitir era la de un seductor, simpático y despreocupado, que profesaba no tomar su carrera demasiado en serio. En 1978, en plena gloria, decía a The New York Times: “creo que soy la única estrella de cine que es una estrella a pesar de sus películas y no gracias a ellas”.

Carisma y simpatía