Invitados

Los buenos, los malos y los feos

Ni las bodas reales se salvan de tener a ciertas personas quepor compromiso fueron tomadas en cuenta, o quienes se atrevieron a desafiar los protocolos.

Chelsy Davy, con quien Harry tuvo una larga relación de novios por siete años; llegó muy sonriente y divertida a la boda de su ex, pero en la ceremonia se pudo observar su rostro triste y reflexivo. Quizá se dio cuenta de lo que pudo haber sido...

La cita para los asistentes fue en punto de las 11 de la ma-ñana, pero desde minutos antes ya se veía desfilar a un sinfín de personalidades que le dieron color a los accesos de la iglesia de St. George en Windsor, para ser testigos de la boda entre Harry y Meghan Markle. Ataviados con sus mejores galas y con la alegría no sólo por acompañar a los novios, sino por ser parte de un grupo selecto de royals, aristócratas, deportistas, músicos y estrellas de Hollywood, ellos se vieron reunidos en un mismo ambiente, donde todos convivieron sin hacer notar las diferencias.