UNA GESTIÓN NO TRUNCADA

PROVENIENTE DE LA LLAMADA "PUERTA GIRATORIA" (EN LA JERGA POLÍTICA INTERNACIONAL), ESTE DIRECTIVO SE VIO FAVORECIDO POR UNA POLÍTICA PÚBLICA (ÉL Y TODO EL SECTOR TURÍSTICO) QUE LO LIBRÓ DE EFECTOS ECONÓMICOS PERJUDICIALES POR LA PANDEMIA, Y HOY SOSTIENE ALTOS MÁRGENES DE RENTABILIDAD FRENTE A LOS LÍDERES MUNDIALES.

- César Martínez Aznárez

No habían pasado ni dos años desde que Raúl Revuelta había asumido la dirección general del Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), cuando estalló la pandemia de Covid-19 (en marzo de 2020). Era tiempo insuficiente para consolidar su gestión.

Al igual que le ocurrió a otros CEO, con la tragedia sanitaria agravándose mes a mes, su gestión pudo haberse truncado pronto. Pero sucedió algo.

Hubiera podido malograrse, truncarse su gestión, porque todas las industrias que hacen posible los vuelos civiles, es decir, las aerolíneas, los aeropuertos, los fabricantes de aviones y las agencias de viajes, y las plataformas digitales vendedoras de boletos, como sabemos ahora, han sufrido caídas en su actividad y en sus resultados financieros, drásticas en varios casos.

Son sectores afectados porque, en estos últimos dos años y medio, los pasajeros han suspendido muchos viajes en avión, tanto de trabajo o negocios, como de turismo o familiares, entre los más comunes, por diversas razones relacionadas con Covid-19, por ejemplo, por las restricciones impuestas por las autoridades en los aeropuertos.

Hoy, en plena etapa de recuperación mundial (al menos con respecto a los peores momentos de la pandemia), la mayoría de los operadores de aquellos cuatro segmentos de negocios no ha podido volver todavía a los niveles de ingresos prepandemia.