Patricia Cerezo: "No me arrepiento ni de un solo día que he dedicado a mi familia"

La periodista nos abre su corazón en uno de los momentos más vitales de su vida y nos confiesa si le gustaría pasar por el altar con su actual pareja, Kiko Gámez

- Iván Reboso

SON las 12 de la mañana cuando Patricia Cerezo (52) entra por el hall del emblemático 'Hotel Emperador' en la Gran Vía Madrileña. Su cercanía y simpatía es en lo primero en lo que nos fijamos. No solo se involucra con el equipo, sino que, a la hora de empezar, ya es una más de SEMANA. "Somos compañeros y me gusta rodearme de un entorno agradable", nos dice mientras la peinan y escucha con atención el informativo que está puesto de fondo. A sus 52 años nuestra protagonista puede presumir de sentirse como nueva. Tras su divorcio con Ramón García, la madrileña montó una agencia de comunicación, regresó a la televisión y volvió a enamorarse. Pero enamorarse hasta las trancas ¿El afortunado? Kiko Gámez, un directivo de Telefónica que le ha devuelto la ilusión.

¡Te has involucrado mucho con todo el equipo!

A mí me gusta generar siempre un buen ambiente, da igual el familiar, profesional... Me gusta que la gente se sienta a gusto.

Después de muchos años vuelves a ejercer tu profesión de periodista.

Yo soy periodista de vocación. No conozco una época de mi vida en la que no quisiera ser periodista. Mi madre cuando era pequeña me llamaba Radio Andorra (risas). Lo estudié en contra de lo que quería mi padre. Él es ingeniero y quería que siguiera sus pasos, pero cuando le dije que quería estudiar letras puras, terminé con su sueño de una hija ingeniera.

¿Lo entendieron?

Se lo tomaron bien, lo entendieron y me apoyaron. Es que hubo un tiempo en el que decías que querías estudiar periodismo y parecía que estábamos locos. Era como una carrera menor.

Ahora vuelves a lo grande.

Vuelvo para quedarme.

Y en todo este tiempo que has estado alejada, ¿te han tentado muchas veces?

Sí, me tentaron muchas veces, pero la decisión de apoyar en lo que habíamos determinado, que era estar yo más ocupada de mi familia, lo tenía clarísimo.