Alain Delon, adiós al hombre más guapo del mundo

El actor francés muere a los 88 años dejando un legado imborrable: irresistiblemente bello, polémico, mujeriego y con un talento arrollador

SUS ojos de un azul profundo, sus rasgos, su pelo, su cuerpo... Todo él era de una belleza maldita. De esas a las que es imposible resistirse. El cine, por tanto, le alcalzó como un destino irremediable. El ideal para un narcisista buscavidas y descarado como él. Pero Alain Delon era eso y mucho más. Su vida se apagó el pasado 18 de agosto, a los 88 años, tras mucho tiempo con una salud muy frágil, dejando atrás una vida de película.

Su historia empezó el 8 de noviembre de 1935, en Sceaux, una localidad cerca de París. "Qué niño tan hermoso", debieron decir todos. Ya entonces se atisbaban sus cejas arqueadas, su mirada....

Lo de "guapo" le acompañaría desde la cuna, pero no todo fue hermoso en su vida. Criado en época de guerra, sus padres se divorciaron cuando él era pequeño y pasó a internados y casas de acogida. En aquellos lances dicen que se fraguó un carácter duro tras la máscara de su belleza.

Pasado rebelde

Se alistó en la Marina francesa, luchó en Indochina, fue boxeador, camarero... Luego viajó al Festival de Cannes con una amiga actriz y allí fue descubierto. Le hicieron una prueba, su fotogenia cautivó y empezó un carrerón.

A partir de ese momento, de la mano del director italiano Luchino Visconti filma Rocco y sus hermanos y El gatopardo. También encarna al primer Ripley del cine en A pleno sol. Y apenas con 25 años.

Hijo de la posguerra, abandonado por sus padres, se buscóla vida desde muy joven, pero su belleza solo tenía un cauce: la gran pantalla