HACIA una nueva SOSTENIBILIDAD

Por primera vez, la industria cosmética utiliza la agricultura vertical para cultivar plantas exóticas en una eco granja a las afueras de París, sin tierra y casi sin agua, y en un ambiente controlado para que crezcan a pleno rendimiento. Descubre lo que hay detrás de Ulé, una nueva firma vegana, clean, local y trazable.

- MARTA BONILLA

Empezar de cero. «La industria de la belleza está haciendo un enorme esfuerzo por avanzar hacia la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente pero para hacer algo perfecto hay que volver a empezar», asegura Lindsay Azpitarte, ejecutiva del sector de la belleza desde hace dos décadas y de Shiseido en Europa los últimos diez años. Y se puso manos a la obra, con el visto bueno de Mashiko Uotani, presidente y CEO de la compañía, para poner en marcha Ulé, primera firma creada y fabricada en Europa por el grupo cosmético japonés. Con una filosofía de «belleza consciente, responsable y healthy pero además con texturas maravillosas, fragancias exquisitas y eficaz. Mucha gente piensa en la cosmética natural y sostenible como un sacrifico, en plan "venga, es densa, no huele bien pero hay que hacerlo por una cuestión de responsabilidad". No es el caso», explica Ainhara Viñarás, dir. general de Shiseido (División Prestige en España) y que se unió a Lindsay desde el principio, como cocreadora. A ellas se sumaron un etnobotánico, una nutricionista que responde a la convicción de que una piel bonita nace del equilibrio interior y varios expertos en innovación y formulación. El resultado es una firma cosmética radicalmente sostenible, que desde donde se cultivan las plantas hasta el envasado apenas hay una distancia de 340 km, lo que permite un control total del proceso, una trazabilidad completa –puede comprobarse en el QR del envase– y reduce drásticamente la huella de carbono. 

CULTIVO VERTICAL, ¿EL FUTURO ECO DE LA AGRICULTURA?