SIN SALIDA

Un equipo de National Geographic se dispuso a rastrear el funesto viaje del explorador del siglo XIX, sir John Franklin, en busca de pistas sobre su desaparición en el legendario Paso del Noroeste

- MARK SYNNOTT

El fotógrafo Renan Ozturk estudia la bahía de Pasley, en Canadá, desde lo alto del mástil del Sol Polar. Él y el escritor Mark Synnott intentaban navegar por el Paso del Noroeste cuando su barco quedó atrapado en un laberinto de témpanos de hielo. Se acercaba el invierno e, igual que con la funesta expedición de Franklin, corrían el riesgo de quedarse atrapados.

Para hacer la ruta de Franklin, navegaron por la costa oeste de Groenlandia, donde bloques de hielo glacial se deslizan hacia el mar y forman icebergs. "A veces, estas islas desprendían trozos enormes, lo que provocaba grandes olas y que el iceberg se alzara en el aire con dramatismo; luego rotaba hasta encontrar su nuevo centro de gravedad", dice Synnott.

JACOB KEANIK MIRÓ POR SUS BINOCULARES

hacia el campo de hielo que rodeaba nuestro velero. Estaba buscando el oso polar que nos había estado siguiendo desde hacía 24 horas, pero solo percibió una alfombra ondulante de hielo azul y verde que se extendía hasta el horizonte. “Se acerca el invierno”, murmuró. Jacob nunca había visto Game of Thrones y no sabía que la frase era una referencia en la serie a las hordas amenazantes de zombis de hielo, pero, para nosotros, la amenaza que representaba esa masa gélida era igual de funesta. En la remota bahía de Pasley, en las entrañas del Ártico canadiense, el invierno traería una marea implacable de hielo que destrozaría nuestro velero. Si no encontrábamos una salida pronto, nos atraparía y destruiría nuestra embarcación, y quizá a nosotros también.