EN SU PROPIA LIGA

Casi una década de vida habla por el éxito que ha tenido para la marca este miniauto. Para su segunda generación, el A1 crece y nos referimos más que solo a sus dimensiones.

- Hector Torres, Desde Tulum, Quintana Roo

Pero partamos de allí. Contra el mo-delo presentado en 2010 que le pre-cede, tiene ocho centímetros más en su longitud total. Y así no haya modificación mayor en términos de anchura (queda virtualmente idéntica) o altura (es ligeramente más bajo ahora), la distancia entre ejes reporta una bienvenida ganancia de casi 10 cm. Pueden sonar a poco, pero en el primer peldaño de los autos de lujo donde milita, son cifras de valor. Recordemos que el cuasi segmento al que pertenece apenas tiene representantes, pues más allá de un ya extinto Abarth 500 o un poco popular Alfa Romeo Mito, solo el MINI Cooper de cinco puertas se asoma como rival directo y éste queda en desventaja estricta si nos ceñimos a la amplitud registrada en las fichas.

¿Es un auto sensiblemente más grande? Sí, aunque ello equivale a decir que se aprecia menos confinamiento para los brazos entre las puertas del habitáculo cuando se viaja en la primera fila, o que las rodillas ya no van rozando con el respaldo si se va en la segunda. Virtudes ambas de la plataforma modular MQB A0 que ahora usa y comparte con el Ibiza.

Al final sigue siendo un subcompacto en la extensión de la palabra, pero sus espacios ya están más en la media de lo que el resto –así no sean premium– ofrece y ya no por debajo. La cajuela simplemente creció 65 litros para llegar a los 335.