Aprende De Las Crisis E Innova

Mariana Torres y Roberto Arteaga transforman con tecnología el servicio de lavandería. Crearon la primera vending machine de lavado por encargo y le reducen hasta en 30% el gasto en uniformes a las empresas.

- Carmen Luna

Si no puedes, mejor no te arriesgues. Es una frase constante que Roberto Arteaga ha escuchado desde pequeño, pero esta advertencia sólo le ha servido para una cosa: demostrar que no hay límites. Desde hace seis años, él y Mariana Torres han logrado lo que parecía imposible: innovar en un mercado estancado, el de lavandería.

Cleanbox nació en 2012, en Querétaro, cuando Mariana y Roberto, tras conocerse en Xalapa, invirtieron 250,000 pesos para desarrollar la versión 1.1 de una vending machine que atiende clientes individuales. En esta máquina, las personas llevan su ropa, la pesan y la recogen 24 horas después.

Mariana y Roberto recibieron financiamiento del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) para crear la versión 2.0, que cuenta con una app para que los clientes paguen y sigan el proceso, con lo que han logrado un adelanto en IoT (Internet of Things).

La tecnología de Cleanbox sedujo a grandes empresas, a las que atiende con el lavado de uniformes y, gracias al uso de su tecnología, les ayuda a reducir hasta en un 30% el gasto en la compra de esas prendas. Recientemente, los emprendedores se asociaron con un empresario del estado de Querétaro que compró 20% de la compañía.

EMPRENDEDORES

Mariana Torres. Ingeniera en mecatrónica por el Tec de Monterrey, trabajó en una empresa de trasmisiones electrónicas y en un proyecto de exportación de alimento para perro en Puerto Rico. Emprendió con Cleanbox a los 26 años.

Roberto Arteaga. Desde los nueve años ha ideado negocios, entre estos un bar o una granja frutícola. Estudió administración y derecho en la Universidad Veracruzana. Antes de asociarse con Mariana asesoraba a pymes. Hoy tiene 32 años.