NO VOY A TRAICIONAR a Borges

El maestro argentino dejó apuntado que «nadie ha formulado hasta ahora la teoría de un prólogo». Apunta posteriormente que no debemos afiigirnos, pues todos sabemos en el fondo de qué se trata. Aún así, la desazón por el hallazgo lingüístico y por el calado sensible toca en la pleura de la emoción y en la piedra de toque de la conciencia. Es, precisamente ahí, en el análisis de la palabra y de la semiótica donde se instala este nuevo libelo sobre Borges. El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero se atreve a destilar su admiración y entusiasmo por el astro literario argentino. No voy a traicionar a Borges es una interesante interpretación de su obra desde una perspectiva humanista y personalísima, no por ello exenta de conexiones con la universalidad. Ha sido publicado por la Editorial Huso dentro de su colección Palabras Hilanderas.

- BERTA SANDE

Una de las infinitas frases del genio argentino dice aquello de que hablar, sea de lo que sea, es incurrir permanentemente en una tautología. Quizá sea cierto y cada final enlace con el inicio de otra cosa, aunque esta sea la nada o el todo. Un cierre es un nuevo comienzo y así hasta más allá de Tlön, Uqbar, Orbis Tertius. Si esto es así, o quizá podría en algún plano de la existencia ser así, quizá el final del ensayo sobre Borges escrito por Zapatero vuelva a arrancar en otro lugar. Quizá sea en este mismo punto, entre las letras del artículo que ahora nace (y que tú, lector, lees). Puede que lo haga una y otra vez hasta finalmente perpetuarse en un magma de ideas circulares e interconectadas. Así lo deseamos, sin saber bien en qué punto del círculo nos encontramos. Lo metaliterario puede ser tan real como el papel que sostiene este texto, la pérdida de la mirada o el cabello cano del maestro ciego.