XXVI Encuentro Eleusino En Salamanca: Los Jardines De Epicuro

En ediciones anteriores debatimos las cartografías psicodélicas de Antonio Escohotado, los laberintos de la consciencia según Juan Luis Arsuaga, o los del Santo Grial, en compañía de Javier Sierra y Luis Racionero. En esta, nos adentramos en las escuelas fi losófi cas que priorizaron la búsqueda de la felicidad. Nuestro referente sería Epicuro. A partir de él, abrimos un fractal donde los pioneros de la Sociedad Teosófi ca rodaban en la California de Fernando Díez, con Dragó al volante.

- Álvaro Bermejo

Venía Sánchez-Dragó de pre-sentar su semblanza sobre Santiago Abascal pero su euforia se debía a que había derrotado al presidente de Vox jugando al futbolín. Una manera como cualquier otra de rendir homenaje al mismo Epicuro que centraba la XXVI edición de sus Encuentros, celebrado a comienzos de abril, en Salamanca.

¿Qué sentido podían tener tres días de reflexiones en torno a la Escuela del Jardín fundada la Atenas del siglo III a. C.? Justo ese que no ha dejado de clonarse, desde sus derivadas neoplatónicas hasta los abordajes de Thimoty Leary, pasando por el círculo hermético de Jung y Hesse. A lo largo de la historia han sido legión los desencantados del mundanal ruido que eligieron retirarse siguiendo el precepto de Fray Luis: «Por el placer de vivir sin pena, vale la pena vivir sin placer».